lunes, 8 de julio de 2013

Domesticar al lobo. ¿Se puede Occidentalizar a los musulmanes, extremistas o no?

La primavera árabe está tomando un cariz muy diferente al que se preveía. En Egipto, tras un breve periodo gobernado por los hermanos musulmanes, el ejercido ha dado un golpe de estado. Occidente comenta lo del golpe de estado con la boca pequeña porque no puede ocultar la simpatía que le produce. Algún poderoso, como los EE.UU. ni siquiera lo nombran como golpe de estado, pues ello representaría, según sus leyes el quedar impedido para recibir ningún tipo de ayuda, ni económica ni militar.

Si buscamos el por qué del golpe de estado, encontraremos fundamentalmente que el islamismo se ha ido apropiando con pequeños pasos, pero sin pausa, de todos los estamentos de la sociedad y las nuevas leyes iban incorporando  o adaptando recomendaciones de índole religioso.

La cultura occidental intenta que los gobiernos y leyes sean de un corte laico o en su defecto que ninguna religión tenga ninguna prevalencia sobre las demás.  Y siempre en Occidente existe y se exige el respeto mutuo entre todas las creencias.

Nadie puede poner en duda que no existan musulmanes moderados, pero lo que no podemos ignorar es que existen muchos que no son para nada integradores y lo que es mas grave, atacan y agreden a aquel que cruza las líneas que ellos consideran infranqueables.

Existe una verdadera apología terrorista que se basa en el islamismo mas extremo y que aprovecha las redes sociales para pescar fieles entre los mas débiles. Por poner un ejemplo, nos escandalizamos cuando leemos alguna noticia sobre un niño suicida y lo último que se nos ocurriría sería el manifestar “lo orgulloso que nos sentimos por su acto heroico”. Particularmente, jamás olvidaré la imágenes del 11S en que en muchas calles de Oriente se mostraba júbilo y alegría ante las caídas de las torres gemelas. Ver en directo a inocentes tirarse al vacío, algunos cogidos de la mano, es lo más horrible que he visto en mi vida. Como puede esa estampa producir regocijo en alguien.

Golpe Estado en Egipto.

En el nuevo testamento podemos encontrar la frase de “Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”. Tiene muchas interpretaciones, y una de ellas podría hacer referencia a la separación de lo político y lo religioso. En Occidente se ha ido en esa línea y hoy no se discute en ningún lugar. En cambio en los países de mayoría musulmana vemos que lo que predomina es el sentido inverso llegándose incluso a solicitar que la “Sharia” lo monopolice todo, con el agravante de que los no musulmanes ven mermar sus derechos. Imanes fanáticos van proliferando, como una invasión de medusas que dejan la mar impracticable para el recreo u ocio.

El imán desde su minbar realiza sus proclamas. Habrá quien hable de reconciliación y paz, pero una gran mayoría no borra de sus labios la palabra infiel, y muchos insisten erre que erre en su visión de nuestra cultura “decadente”. Irónicamente, muchos repiten incesantemente que “conquistaran Europa con el vientre de sus mujeres y nuestra permisiva democracia”. 

El nazismo alcanzó el poder democráticamente, pero amparándose en sus repetitivas difamaciones y falsas denuncias abonó el camino para eliminar la democracia e instaurar la autocracia.

Un vecino francés, ya fallecido, me comentaba que en Francia el ha visto crecer la 4º generación de musulmanes, y aunque desde la 2ª ya poseen la nacionalidad francesa, anteponen su cultura musulmana y la nacionalidad de sus orígenes a la que les ampara y les otorgan toda una serie de derechos que nunca alcanzarían en el país de origen de sus ancestros. La 1ª generación al llegar a la edad de jubilación regresó al lugar desde donde partieron y sucesivamente conforme se van jubilando los siguientes van siguiendo el mismo recorrido. Nunca se van a sentir franceses, salvo para reclamar sus derechos. Concluyendo me dijo que el musulmán es como un lobo que nunca, y eso que se ha intentado en numerosas ocasiones, será domesticado y que solo será dócil y obediente al macho "alpha" de su especie.

Creo que, todos hemos visto por televisión que ante un partido de fútbol, en Francia, entre el combinado nacional y un país magrebí, la pitada del publico, en teoría francés, a la marsellesa fue clamorosa y produjo una gran indignación en todos los estamentos.

Tiene pues Occidente una patata caliente ante lo que acontece en Siria (http://www.viriato56.blogspot.com.es/2013/07/siria-entre-satan-y-lucifer.html ), Egipto, la mayoría de países musulmanes  y los propios países occidentales con un gran colectivo musulmán. 

Habrá que emplazar a los moderados y marcar una hoja de ruta que, siendo respetuosa, debe de ser de obligado cumplimiento para ambas partes.

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