jueves, 25 de julio de 2013

Son tus perfumes de mujer, .....

Me llega el recuerdo de la canción de Carlos Mejía Godoy ante el exabrupto soltado por el incalificable imán melillense, Malik Ibn Benasaides, en la televisión pública Ceutí. La frase mas polémica dice "Toda mujer que usa perfume y sale de su casa paseándose delante de los hombres que huelen su perfume, .....esta mujer es una fornicadora".
En diversos chats se hace alusión a que Malik ha desempeñado funciones de portero de discoteca en las islas Baleares y que posteriormente, en su regreso a Melilla, se ha vuelto un estudioso del Corán.
Los feligreses que siguen sus "sermones" desde el mimbar lo consideran incluso un hombre sabio. Pero ante otra perla como "¿Está permitido que la mujer se depile las cejas? ¿Juro por Alá que no está permitido!", soy yo, que no he leído el libro sagrado de los musulmanes, el que se permite dudar de esa afirmación y de su condición de hombre erudito.
Son pecadoras, o fornicadoras, como el prefiere aseverar, quienes muestren la cara y las manos, lleven vaqueros ajustados o incluso calcen zapatos de tacón de aguja.
Me reitero en que este "bárbaro" de sabio tiene poco y si estudia el Corán, las interpretaciones en que concluye, desembocan en un torrente de apología del maltrato de género.
Adivinar quien es quien, mas difícil que un sudoku.

En sus alocuciones, el subconsciente le traiciona y hace referencia en que ante las posturas detalladas "el marido celoso puede tener problemas con otros hombres". ¡Hombre!, aquí reconoce algo que le delata, ¡los celos!, pero yo que he vivido 17 años en un país musulmán, puedo dar fe que efectivamente se molestan e incluso se encaran si nos paramos mas de lo imprescindible en mirar a una mujer musulmana, esté o no desposada, pero, eso sí, muchos de ellos no tienen ningún reparo en mirar e incluso provocar un tropiezo o roce con la mujer que no sea musulmana. Recientemente, en las protestas de Egypto, mas de una reportera  occidental se ha visto agobiada ante los abusos que sufría rodeadas por ingente de manifestantes.
El Corán no permite que una mujer musulmana despose a un hombre que no sea musulmán. Si buscamos en internet, encontraremos mas de un caso en que la familia, ante el matrimonio o convivencia con un infiel, ha limpiado el honor de la familia llegando a ajusticiar a la hija o hermana, según el parentesco del ajusticiador. En Italia, no hace mucho, hubo un caso que conmocionó a la población por el cruel desenlace. No vale el que la mujer renuncie su religión y abrace otra doctrina, pues tendrá, entonces, la condición de apostata y debe ser igualmente castigada.
En ocasiones el desposamiento por amor, en contra de la voluntad de la familia,  puede llevar a un fatal desenlace. Pego  noticia, de dos días atrás, que da muestra de ello.

http://noticias.terra.es/un-padre-mata-a-su-hija-yerno-y-nietos-en-Pakistan,c3e2aa99bfa00410VgnVCM10000098cceb0aRCRD.html

¿Que libertad de elección, de opinión, de gusto, etc.  tiene la mujer musulmana? Pues parece que poco.
Todo Occidente debe hacer frente ante la injusticia que sufre la mujer musulmana, pues siguiendo su adoctrinamiento, nunca alcanzará la igualdad que a todos nos corresponde desde el momento de la concepción.

Son tus perfumes de mujer (La canción):  http://www.youtube.com/watch?v=w7Tw0w9_cAI




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