miércoles, 14 de agosto de 2013

Hipocresía en los poderosos.

Desde que se inició la crisis es incesante la recomendación desde todos los estamentos de los poderosos de reducir los salarios, sobre todo de los mas desfavorecidos. Parece ser que esa es la única receta para ser competitivos en este mundo cada vez mas globalizado. La clase media va paulatinamente menguando, ya no solo por las menores remuneraciones salariales que está percibiendo sino, porque es el sostén del fisco español. La fiscalidad española a través del IVA y del IRPF se ha cebado con el ciudadano medio español siendo este el que soporta sobre sus espaldas la mayor cuota del sistema impositivo español.
Los organismos financieros y empresariales, entiéndase FMI, BCE, CEOE, etc. no cesan de repetir de la necesidad de disminuir los salarios hasta un 10% pero por contra vemos que dichas cúpulas año a año suben sus retribuciones por encima de los dos dígitos. En algunos casos las gestiones de dichos gestores han sido del todo nefasta y no he percibido hasta ahora ningún "mea culpa", al contrario, en muchos casos hemos visto que abandonan en barco, al que muchas veces han dejado haciendo aguas, con unos bonus o unas indemnizaciones totalmente indecentes.
Llama poderosamente la atención que la propia Comisión Nacional del Mercado de Valores publique que en el 1er semestre de 2013 las remuneraciones de los consejos de las empresas del Ibex35 aumenten un 7,5% cuando esas mismas empresas han disminuido sus beneficios en un 1,63%. 
Caricatura sobre el FMI
En la memoria de la agencia tributaria nos señala que en 2011 hacienda devolvió a las grandes empresas 19.431 millones mientras que de las comprobaciones de la Agencia a las clases medias se obtuvo una recaudación media de 942 euros por contribuyente. Sobre el total de declaraciones presentadas en 2010 el rendimiento del trabajo se corresponde con el 86,6% del total.
El asalariado no tiene ninguna vía para menguar su contribución al estado mientras que los poderosos, amparándose en sus empresas, se resguardan en las SICAV para tributar un 1% en el impuesto de sociedades. Muchas veces se ha intentado incrementar la tributación de las SICAV, pero estas, en un burdo chantaje, amenazan con irse a otros países si se cambia el tributo. 
Queda claro que a la clase media lo que le queda es el desamparo.

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