sábado, 17 de agosto de 2013

Los Hermanos Musulmanes no deben ganar.

Los Hermanos Musulmanes pueden ganar el conflicto de posible guerra civil en Egipto, pero no deben ganar esa guerra. Muchos alegarán que alcanzaron el poder en unas elecciones democráticas, y no les falta razón, pero también alcanzó Hitler el poder democráticamente y todos sabemos lo que aconteció.
Al igual que los nazis, el primer propósito ha sido modificar la constitución sin alcanzar un acuerdo de consenso y a mi entender un nombramiento del ejecutivo dejó a las claras las entrañas del absolutismo y vileza de los Hermanos Musulmanes, el nombramiento para un alto cargo del máximo responsable del cruel asesinato de los turistas, creo recordar alemanes, que visitaban las pirámides años atrás.
No es de mi agrado el poder militar que está al frente del país pero lo considero menos malo que el poder civil salido de las elecciones.
La prensa habla de los muertos civiles pero no recalca lo suficiente las bajas de los militares, la mayoría por armas de fuego. Los hermanos cuentan con su aparato militar, sustentado por el salafismo, y de salir triunfadores de este conflicto, su hegemonía se va a extender como una balsa de aceite y queramos reconocerlo, o no, terminará afectando a Occidente y en particular a España. El Corán les deja bien claro que una de sus obligaciones es reconquistar todos los lugares que profesaron el Islam, y Al-Andalus (España) lo fue. Esto se repite en las mezquitas dominadas por el salafismo insistentemente. Y estoy seguro que las primeras células de este cáncer ya se encuentran entre nosotros.
Quizás convenga recordar que el fundador de Al-Qaeda proviene de los Hermanos Musulmanes, Al zawahiri, que tuvo a Bin Laden, como su número dos, aunque en general la repercusión mediática lo mostrara al revés. Bin Laden puso los recursos financieros necesarios para la expansión de Al Qaeda a manos del ideólogo Al zawahiri. Este, y como ejemplo de su habilidad, cumpliendo condena en Egipto, aprovechó el encarcelamiento para difundir su doctrina en el recinto penitenciario, demostrando tal sorprendente poder de convicción  que logró integrar en su red hasta algunos de sus carceleros. Hoy en día, es el terrorista mas buscado en el mundo y todos los intentos por capturarlo han sido en vano.
Al zawahiri y Bin laden
El proselitismo de los hermanos musulmanes se extiende a través de una falsa caridad. Acuden a los barrios pobres o marginales y, gracias a los inmensos fondos financieros del salafismo, ofrecen ayuda monetaria, de alimentos o de salud. De esta forma se ganan su confianza y crean un caldo de cultivo de donde se nutren de los seres, en particular lo mas jóvenes,  que serán adoctrinados en sus madrazas y que en un futuro, si fuese necesario, pondrán sus vidas al servicio del Islam que preconizan con el convencimiento que el paraíso los colmará de placeres inalcanzables en la vida terrenal. Este último hecho llenará de satisfacción a sus progenitores que desde entonces contaran con un mártir en su familia y además verán incrementadas sus ayudas económicas.
Los fondos recibidos para aplicar su “caridad” son bastante inferiores a los destinados a la adquisición de armamento de toda índole y a la preparación militar, en los asentamientos destinados para ello.

El fin no lo podemos escribir hoy, pero si los Hermanos Musulmanes resultasen vencedores en este conflicto, será uno de los primeros capítulos de una guerra que no ha hecho mas que empezar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario