martes, 21 de mayo de 2013

3 Moralejas, para tiempo de crisis.

Hoy me apetece contar un cuento que oí en cierta ocasión.
En una primavera, como la actual, un pequeño pajarillo reclamaba a su madre piando desesperadamente y con impetuosos movimientos que hacían oscilar el nido que ya de por sí era movido por el mucho aire que acontecía esa misma mañana. 
Bajo el árbol una vaca pacía placidamente ajena a la inquieta ave y a un pequeño zorro que a lo lejos saciaba su sed en un pequeño arroyo. 
De tanto persistir, en su actitud, el pajarillo, en un desafortunado movimiento acompañado de una ráfaga de aire, hizo caer el nido junto a la vaca. Si antes píaba, ahora  píaba mucho mas, tanto que llamó la atención del pequeño zorro. De este hecho se percató la vaca y viendo que la ave no desistía de su proceder y que el zorro se aproximaba mas y mas, se adelantó al pajarillo y le defecó encima. Automáticamente el piar cesó y el zorro, muy próximo, agudizó sus oídos pues sabía que no andaba lejos de su presa. La vaca suspiraba pensando que había salvado la vida al pequeño animal, pero para su sorpresa vio como este, moviendo su cuerpo, asomaba su cabeza por encima del excremento y de nuevo empezaba a piar. El zorro se acercó, lo vió y lo cogió entre sus dientes. Dándose media vuelta, lo acercó al arroyo y tras limpiarlo de un trago se lo zampó.
Fin del cuento, del que extraemos la siguiente moraleja. " No será siempre tu enemigo quien te eche la mierda encima. Ni será siempre tu mejor amigo quien te quite la mierda de encima. Y se podría concluir con que, a veces, aunque la vida te cubra de mierda, es mejor no decir ni pío."

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