Políticos, el colesterol de la sociedad.

El principado de Asturias suprime los términos de Navidad y Semana Santa de las vacaciones escolares. Con un paro desmedido, una economía que aún no ha dado un viso de recuperación, los políticos asturianos priorizan el cambio de la denominación de las vacaciones escolares como si no hubiese otros asuntos mas importantes a tratar. Debe de ser una máxima el de recurrir a desviar la atención con amenazas a los símbolos cristianos o a la Iglesia cuando no hay ni ingenio ni capacidad para aportar ideas o soluciones ante los problemas que nos acucian en estos tiempos. A veces incluso, da la impresión que corresponde a rabietas, como la manifestada por Rubalcaba en que si se aprueba la ley Wert, denunciaran los acuerdos con la Iglesia.

Día a día nos damos cuenta que contamos con una generación de políticos que no aportan nada a la sociedad, que crean problemas donde no los hay y que vemos en sus historiales que son profesionales de la política y que fuera de ella no tienen cabida en la sociedad. Muchos tras sus estudios, finalizados o no, han engrosado las filas de sus respectivas juventudes, han ido creciendo, bebiendo en el adoctrinamiento político, teniendo en su debe su participación en mítines, en manifestaciones y  en jornadas de formación internas. En muchísimos casos no hay nada mas que aportar a su curriculum, ninguna cotización fuera del partido o sindicatos. No conocen la realidad y sin embargo pretenden organizarnos la vida y mostrar preocupación por aquello que ni nos preocupa ni nos hace perder el tiempo. Es evidente que nos sobran políticos en caso todos los estamentos políticos, ya sean congreso, senado, autonomías, diputaciones, ayuntamientos, empresas públicas, etc. Los recortes han llegado para todos menos para este colectivo político que se ha convertido en el colesterol de la sociedad, y como sabemos el colesterol se debe reducir.