lunes, 3 de junio de 2013

Crédito. Ni está, ni se le espera.

Me he aprovechado de la famosa respuesta de Sabino Fernández Campo de " ni está, ni se le espera." ante la pregunta del General de la División Acorazada Brunete en referencia al General Armada, para hacer referencia a la situación de los créditos para empresarios y autónomos. Las entidades financieras mientras puedan optimizar sus resultados con los beneficios que les reportan las interminables emisiones de deuda pública del Estado Español, no van a arriesgar ni un euro en las peticiones que les puedan llegar de los, llamados en la actualidad, emprendedores. Tendría que ser un proyecto viable, sin ningún atisbo de duda y que además pueda soportar el interés leonino que le van a aplicar y las comisiones abusivas de estudio, apertura, etc.. Insisto, a la menor duda, nada de nada. Y por supuesto, por muy viable que sea el proyecto, el crédito deberá ir respaldado con las suficientes garantías y avales que cubran con creces la  deuda y así estar cubiertos ante la mínima posibilidad de incumplimiento.
El Estado Español se ha convertido en un tornado que va aspirando toda la masa monetaria en poder de los bancos. Se nos vende que las nuevas emisiones van a un coste inferior a las de hace un año pero no se hace referencia a que el endeudamiento sobre el PIB no hace mas que aumentar, mes tras mes. En definitiva, que todos nuestros ahorros, depositados en entidades bancarias, van destinado al Estado que nos corta las alas con recortes que no cesan y en cambio aquellos que necesitan recursos para crear riqueza y puestos de trabajo no reciben la financiación barata y ágil que necesitan.
Esto se solucionaría si los bancos tuviesen establecido un límite máximo porcentual para inversiones en deudas del Estado, con lo cual se verían obligados a financiar a los sectores privados. Por su puesto que ello conlleva un riesgo, pero no sería ni mas ni menos que el riesgo que asume cualquiera al poner en marcha un negocio o inversión.
Esta claro que con solo recortes no salimos de la crisis. El acceso a una financiación asumible es una de las vías que conducen al crecimiento y al alivio de la enorme cuota de desempleo existente. Cuantas mas vías se pongan en marcha mas posibilidades existirán para sacar la cabeza del agua y poder alcanzar, en algún momento, la orilla.

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